Mecanismos Automatizados: Nuevo Reto para Actividades Vulnerables

Descubre cómo los mecanismos automatizados ayudan a las actividades vulnerables a cumplir con la Ley Antilavado y mitigar riesgos en 2025.

Mecanismos Automatizados: Nuevo Reto para Actividades Vulnerables

En México, el combate al lavado de dinero y al financiamiento al terrorismo ha dado un paso decisivo con las recientes reformas a la Ley (LFPIORPI). A partir de julio de 2025, surge una nueva obligación para quienes realizan actividades vulnerables: implementar mecanismos automatizados.

Pero, ¿qué significa esto en la práctica? ¿Por qué ahora es indispensable contar con sistemas que apoyen la gestión del cumplimiento? Y lo más importante: ¿cómo puede una empresa prepararse para evitar sanciones y, al mismo tiempo, fortalecer su reputación?

¿Qué son los mecanismos automatizados?

Aunque la ley no ofrece aún una definición cerrada, se entiende que un mecanismo automatizado es un conjunto de procesos y herramientas digitales que permiten:

  • Monitoreo permanente de operaciones.

  • Identificación de transacciones fuera del perfil transaccional.

  • Acumulación de operaciones durante plazos definidos (ej. seis meses).

  • Seguimiento intensificado de clientes de alto riesgo y PEPs.

  • Integración con listas negras y de sanciones publicadas por la UIF y organismos internacionales.

En otras palabras, es pasar del control manual —con altos riesgos de error— a un sistema confiable y replicable que no dependa exclusivamente de la memoria o disponibilidad del encargado de cumplimiento

La reforma del 16 de julio de 2025 respondió a una exigencia internacional: atender las observaciones del GAFI y alinear a México con las mejores prácticas en prevención de lavado de dinero.

Hasta ahora, muchas actividades vulnerables cumplían sus obligaciones con hojas de cálculo, reportes contables y procesos aislados. El problema: la información entregada a la UIF carecía de calidad y no permitía un análisis real de los riesgos.

Con los mecanismos automatizados se busca corregir esa deficiencia: centralizar información, detectar anomalías y fortalecer la trazabilidad de las operaciones.

El papel del perfil transaccional

Uno de los mayores cambios es la exigencia de configurar un perfil transaccional para cada cliente. Este perfil se basa en:

  • Monto y frecuencia de operaciones.

  • Tipo y naturaleza de las transacciones.

  • Origen y destino de los recursos.

Con ello, los sistemas pueden generar alertas automáticas cuando un cliente actúa fuera de lo esperado. Esto permite detectar operaciones inusuales en tiempo real y evita que los avisos al SAT lleguen tarde.

Beneficiarios finales y PEPs: el nuevo foco de atención

Otra novedad clave es la obligación de identificar al beneficiario controlador de cada cliente o entidad. A esto se suma el monitoreo intensificado de personas políticamente expuestas (PEPs) y usuarios catalogados como alto riesgo.

Aquí, los mecanismos automatizados marcan la diferencia: en lugar de revisar manualmente listas de sanciones, un sistema puede hacer cruces automáticos y constantes, garantizando que la empresa no quede expuesta.

Ventajas prácticas para las actividades vulnerables

Implementar un mecanismo automatizado no es solo cumplir con la ley, también representa beneficios tangibles:

  • Reducción de riesgos de multas y sanciones por incumplimiento.

  • Agilidad operativa: si el encargado de cumplimiento deja la empresa, el sistema asegura continuidad.

  • Información centralizada y auditable: lista para revisiones de la UIF o auditorías externas.

  • Ahorro de tiempo frente a controles manuales.

  • Reputación fortalecida ante clientes, bancos y autoridades.

Plazos de implementación

El artículo 18 de la LFPIORPI establece que la obligación entra en vigor cuando se publiquen las Reglas de Carácter General, previstas dentro de los 12 meses posteriores a la reforma.

Se espera que dichas reglas aclaren cómo deberán configurarse los sistemas y otorguen un plazo razonable para su adopción, dado que la implementación tecnológica puede ser compleja.

La incorporación de mecanismos automatizados no debe verse como una carga más, sino como una oportunidad para profesionalizar los procesos de cumplimiento y reducir riesgos operativos.

En un entorno donde el crimen organizado busca nuevas formas de infiltrarse en la economía, contar con un software especializado en PLD y FT —como KYC SYSTEMS— será clave para mantenerse un paso adelante.

Si tu organización realiza actividades vulnerables, el momento de prepararse es ahora.